Partiendo de la broma con la que termina el libro de memorias de Buñuel Mi último suspiro, en la que afirma: “me gustaría poder levantarme de entre los muertos cada diez años, llegarme hasta un quiosco y comprar varios periódicos. No pediría nada más. Con mis periódicos bajo el brazo, pálido, rozando las paredes, regresaría al cementerio y leería los desastres del mundo antes de volverme a dormir, satisfecho, en el refugio tranquilizador de la tumba”.
Javier Espada ideó un festival de cine pensando en las películas que le podrían interesar a Buñuel hoy en día, películas en las que le sorprendería lo vivo que continúa estando su legado cinematográfico y la influencia de su obra, una obra que poco a poco ha adquirido un mayor prestigio y una mayor valoración.